Cómo limpiar las diferentes partes de una puerta

Si te has propuesto limpiar toda tu casa antes de que llegue el verano después de las intensas lluvias de la primavera, entonces has llegado al lugar indicado. Te dejamos la guía definitiva para dejar las puertas impecables, sea cual sea el material del que están fabricadas.

¿Con qué frecuencia hay que limpiar las puertas?

Dedicar algunos minutos a las puertas cada vez que limpiamos es fundamental si no queremos que se acumule demasiada suciedad. Lo ideal es repasarlas a menudo con un paño de microfibra, mientras que la limpieza a fondo puede hacerse cada dos semanas aproximadamente.

Las puertas de madera

Ya sean puertas al natural o barnizadas, la madera es el material más utilizado en puertas de interior. Para mantener las puertas de madera limpias bastará con limpiarlas con un paño húmedo con jabón e insistir en las manchas más difíciles de quitar. Por último, será necesario secar las puertas después con un trapo seco para evitar que se estropeen.

Las puertas acristaladas

Si tienes alguna puerta acristalada en casa, sabrás por experiencia que son algo más tediosas de limpiar, ya que el polvo se acumula en todos los recovecos y resulta más difícil de eliminar. Para limpiarlas, puedes usar un cepillo, una brocha o un aspirador de mano. Por último, habrá que repasar la madera con una bayeta mojada y jabón y limpiar los cristales con un producto específico.

Las puertas lacadas

Las puertas lacadas y pintadas son muy bonitas y aportan al espacio un aire diferente. El problema es que resultan más delicadas que otras y habrá que limpiarlas con sumo cuidado. Lo primero que debemos evitar son los golpes para evitar que salte la laca, pero también tendremos que asegurarnos de que no vamos a usar productos inadecuados a la hora de limpiarlas que puedan dañarlas. Para limpiarlas, tan solo bastará una bayeta mojada en agua y jabón neutro y no utilizar estropajos ni otros utensilios que las puedan arañar. Para eliminar las manchas más resistentes, lo más recomendable es emplear alcohol diluido en agua.

Cómo limpiar los pomos y las manillas

Para limpiar los pomos y las manillas de las puertas, el procedimiento es diferente, ya que estas partes de la puerta no están fabricados con el mismo material que el resto de la puerta. Teniendo en cuenta que es una zona que se toca continuamente, habrá que desinfectarla con bastante frecuencia usando un producto virucida multisuperficies, preferiblemente sin lejía o, en su defecto, también se podrá utilizar alcohol para desinfectar.

El mantenimiento de las bisagras

Esta parte de la puerta suele pasar desapercibida casi siempre y rara vez se le presta atención. Sin embargo, es importante limpiar las bisagras y debemos asegurarnos de que se encuentran en buen estado si queremos que nuestras puertas sigan funcionando bien y sin hacer molestos ruidos. Para limpiar las bisagras, bastará con quitarles el polvo de vez en cuando y engrasarlas con un aceite lubricante específico o con vaselina.

Tener unas puertas de calidad no significa únicamente comprar puertas fabricadas con buenos materiales como es el caso de Madegar, sino que también es importante limpiarlas y cuidarlas durante toda su vida útil.